martes, 11 de julio de 2023

Y dale con el español. Hilando fino

Y dale con el español. Hilando fino

Carlos Arnanz Ruiz - El Adelantado de Segovia - 23 diciembre, 2022

Cada tres semanas, aproximadamente, vengo ofreciendo a los lectores de EL ADELANTADO de Segovia artículos con el deseo de que puedan ser de su interés. Para no abrumarles, opto por no prodigarme, y así dejo paso a otras firmas que también tienen cosas que contar.

Sin embargo y apenas cuatro días después de que saliera mi última entrega, aparece en este mismo diario una noticia a la que me gustaría dedicar, con el mayor respeto, unos breves comentarios. Rompo, pues, la norma y me apresuro a una redacción de urgencia y si el periódico lo permite, a una publicación antes de lo acostumbrado.

Fue el 17 de diciembre de 2022 cuando en EL ADELANTADO de Segovia pudimos leer: «JUNTA, RAE, USAL y SALAMANCA se alían por el CENTRO DEL ESPAÑOL». Sigue luego un subtítulo que dice: “Las cuatro instituciones firman un convenio para fomentar el idioma mediante diversos proyectos”. Y se ilustra la información con una fotografía en la que aparecen, según su pie de foto, Carlos García Carbayo, Santiago Muñoz Machado, Alfonso Fernández Mañueco y Ricardo Rivero (alcalde de Salamanca, director de la Real Academia Española, presidente de la Junta de Castilla y León y rector de la Universidad de Salamanca, respectivamente).

Comienzo destacando que el Artículo 3.-1. de la Constitución Española dice textualmente: «El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla». ¿Podría ser inconstitucional llamar al castellano español?

Hace el presidente de la Junta una cierta reivindicación de Antonio de Nebrija como si este hubiera escrito la gramática de la lengua española y no castellana. Lo que se podría dulcificar alegando que el español es el castellano evolucionado. Pero, ¿acaso no ha evolucionado el inglés y no se le llama británico?

Con relación a la RAE, ¡ay la RAE!, podríamos preguntarnos: Real Academia Española de qué? aunque luego se explique que es «una institución que vela por los cambios que experimenta la lengua española en su constante adaptación a las necesidades…».

Rescato, al respecto, un párrafo del MANIFIESTO DE LA LENGUA CASTELLANA EN SU MILENARIO que se publicó en noviembre de 1978, en CASTILLA, Boletín de Comunidad Castellana (y quiero recordar que en otros periódicos). Dice textualmente: «Parece oportuno recordar que la propia Real Academia no introdujo la denominación de ‘lengua española’ hasta la decimoquinta edición de su Diccionario. Siempre, desde su fundación, había sido el ‘Diccionario de la lengua castellana’, y en esta edición publicada en 1925, se cambia a ‘lengua española’, exclusivamente por motivos políticos congruentes con la ideología centralista de la dictadura imperante a la sazón en el país. Es más, la edición estaba ya tirada y encuadernada como ‘Diccionario de la lengua castellana’, y en el último momento, antes de ponerla en circulación, se sustituyó la página de la portada por otra con la expresión nueva de ‘lengua española’. Unos pocos ejemplares pudieron ser librados de esa alteración, por iniciativa extraoficial y reservada, y permanecen hoy como testigos de una lamentable imposición política».

Pero hay más. EL ADELANTADO de fecha 29 de junio de 2008 publicó a tres columnas un MANIFIESTO POR UNA LENGUA COMÚN. Este documento venía firmado en el Ateneo de Madrid por 17 intelectuales españoles, encabezados por Mario Vargas Llosa, José Antonio Marina, Aurelio Arteta, Félix de Azúa, Albert Boadella, Carlos Castilla del Pino, Luis Alberto de Cuenca, Arcadi Espada, Alberto González Troyano, Antonio Lastra, Carmen Iglesias, Carlos Martínez Gorriarán, José Luis Pardo, Álvaro Pombo, Ramón Rodríguez, José Mª Ruiz Soroa, Fernando Savater y Fernando Sosa Wagner.

Dicen textualmente los primeros renglones: «Desde hace algunos años hay crecientes razones para preocuparse en nuestro país por la situación institucional de la lengua castellana, la única lengua juntamente oficial y común de todos los ciudadanos españoles…».

Y se propone como punto de partida el establecimiento de una serie de premisas relacionadas con las diversas lenguas de España, todas ellas españolas y en las que se hace siempre mención al castellano y no al español. Si bien es verdad que, a mi juicio, está mejor explicado este tema y más sucintamente, en el mismo manifiesto del Milenario de la lengua castellana citado.

Así pues, cuando a una petición formulada por la Real Academia Española a las Cortes que se incluya en la Constitución la mención explícita de que “el castellano reciba la denominación de español o lengua española, como lengua común a toda la nación” “y como lengua española por antonomasia”, Comunidad Castellana respondió de la manera siguiente:

«Comunidad Castellana tiene el honor de elevar a V.E. y a las Cortes de su digna presidencia las siguientes consideraciones: La proposición de la Real Academia es errónea, a nuestro juicio, y perjudicial para la tarea esencial, que tanto nos importa, de fomentar la integración fraterna de todos los pueblos españoles. El trasfondo político de esa petición -aunque no se lo haya presentado así la docta Corporación-, añade un elemento más de dificultad a esa tarea, pues, sin duda explicita la imagen de una concepción unitarista y centralizadora de España, que infravalora las otras lenguas y culturas españolas. En este sentido estimamos que se trata de una proposición perturbadora».

Dice el convenio en el que ahora se alían Junta, RAE, USAL y Salamanca que «La industria del español es una oportunidad de progreso y futuro para Salamanca y Castilla y León, y por tanto para España». No pongo en duda la buena voluntad que inspira tal compromiso. Pero se advierten los mismos vicios perniciosos de siempre.

Al mismo tiempo da la impresión de que el alcalde de mi querida ciudad leonesa de Salamanca ha querido aprovechar que el Tormes pasa por allí, para sacar tajada de unas oportunidades que, aunque erróneas, hubieran querido para sí otras poblaciones de esta discutida autonomía.

Finalmente creo conveniente subrayar que la redacción del manifiesto de la Lengua Castellana en su Milenario fue debida al trabajo colectivo de un grupo de expertos, capitaneados obviamente por el ilustre historiador segoviano Manuel González Herrero. Este documento está sellado en San Millán de la Cogolla en noviembre de 1977. Año del milenario de la lengua de Castilla y un año antes de su publicación como dije, en 1978.

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