Carlos Arnanz Ruiz - El Adelantado de Segovia - 22 octubre, 2022
Al escritor Ernest Hemingway y al coronel Juan Carrascosa unidos por la casualidad
A muy corta edad me llevaba mi madre de la mano a visitar a la prima Carmen. Tenían lugar aquellos encuentros a la puerta del taller de automóviles que ocupaba la planta baja de una de las casas ubicadas al principio de la Cuesta de Santa Lucía; casi junto a la Plaza de la Artillería de Segovia.
LA PRIMA CARMEN y mi madre hablaban de sus cosas sin que yo me enterara de nada. Pero en mi memoria quedaron aquellos recuerdos, más algunos otros que luego se dirán. Sucedía esto a principio de los años cuarenta del pasado siglo. Recuerdos que fueron recurrentes con el tiempo cada vez que, de niño o ya mayor, paseaba por allí camino de la Fuencisla.
Ochenta años después, hace apenas unas semanas, tuve la ocurrencia de entrar en Internet y preguntar por el REGIMIENTO DE TRANSMISIONES DE EL PARDO, dado que tenía entendido que el padre de la prima Carmen había sido coronel del mismo. Mi sorpresa fue mayúscula al ver la información que sobre el particular aparece.
Mi curiosidad me llevó a realizar algunas averiguaciones más, reuniendo un dossier al que no sé todavía qué formato dar: si un libro de historia, un opúsculo o, por qué no, una novela. Más, como esto iría para largo, he pensado ofrecer a los lectores de EL ADELANTADO esta primicia cuyo fundamento, de haberse producido en los Estados Unidos, hubiera sido muy del gusto de los guionistas y productores de Hollywood.
VEAMOS: Había fracasado el golpe militar del 18 de julio del 36 en Madrid. Y ante la imposibilidad de que el regimiento de El Pardo acudiera en ayuda del Cuartel de la Montaña, se inició el 21 de julio a las cuatro de la madrugada lo que se ha dado en llamar La FUGA DEL REGIMIENTO DE EL PARDO con 350 hombres de los 800 de que estaba compuesto. Los otro 450 disfrutaban del permiso de verano.
El padre de la prima Carmen, Juan Carrascosa Revellat, coronel a la sazón de este regimiento, con el acuerdo de la casi totalidad de los mandos militares y tropa de dicho acuartelamiento, tomaron la decisión de trasladarse a Segovia, ganada para la sublevación.
El itinerario previsto sería el siguiente: Por el Monte de El Pardo, Portillera de El Goloso, Torrelodones, Hoyo de Manzanares, Colmenar Viejo, Collado Villalba, Puerto de Navacerrada, Balsaín, La Granja y finalmente, Segovia. La caravana se componía de 20 camionetas marca Morris, dos vehículos todo terreno, un ómnibus, un coche y una moto para el servicio de enlace.
Seguía a la primera camioneta un turismo con el CORONEL CARRASCOSA, el capitán ayudante Eugenio Bravo y dos tenientes. En las demás camionetas iba el resto de jefes y oficiales, la tropa y con ésta, el hijo de Largo Caballero que estaría retenido en la Academia de Artillería de Segovia hasta su liberación terminada la guerra. Sin embargo en el libro de RECUERDOS del destacado político socialista dice que a su hijo le llevaron a Sevilla donde lo tuvieron preso siete años.
De las muchas incidencias que tuvo que afrontar esta caravana, destaco solo las más importantes a riesgo de equivocarme en la elección. Al llegar a Colmenar, la carretera estaba cortada con troncos de árboles. Numerosos milicianos controlaban ya la zona. El comandante Martínez Maldonado, que, como he dicho, iba en la primera de las camionetas, consiguió que le dejaran pasar, aduciendo que iba a defender el PUERTO DE NAVACERRADA.
Cerca de la cota de este puerto, Martínez Maldonado volvió a engañar a los milicianos, diciéndoles que iban a rescatar La Granja. Pero en el Puente de los Mosquitos o de la Cantina la cosa se complicó porque su voladura se había consumado. Debió de ser parcialmente porque se mantuvo un paso en el que se hicieron zanjas que se vaciaban y rellenaban a conveniencia.
Conversaron Martínez Maldonado y el comandante republicano retirado López Valencia que ya se conocían. Por lo tanto éste se mostró reticente a dejarlos pasar. El santo y seña “ASTURIAS. 1” que era la consigna de ese día en Madrid y que fue facilitada por el primero, tuvo su eficacia. Para que pudieran pasar las camionetas fue preciso que milicianos y soldados del regimiento de transmisiones, codo con codo, allanaran dichas zanjas. No obstante, un pelotón de milicianos escoltó el final de la caravana.
Se cuenta también que los republicanos se dieron cuenta de las intenciones de los fugados. Pero que poco podían hacer ante semejante diferencia numérica. Los huidos fueron bien recibidos y agasajados en Balsaín porque les creían republicanos y ya pasada la Pradera, el CORONEL CARRASCOSA se adelantó en el coche en que viajaba para establecer contacto con la GUARDIA CIVIL DE LA GRANJA y preparar la llegada del regimiento. En La Granja fueron bien recibidos por la población, esta vez sin engaños. Y tras dejar en ella una pequeña guarnición, prosiguieron hasta Segovia avisando a la artillería de que no les dispararan. A las doce y media desfilaron por las calles de esta ciudad con el aplauso del público.
Más no todo fueron éxitos. Algunas escaramuzas hubo, incluso sangrientas. La última camioneta que salió de El Pardo tuvo una avería en el embrague, apenas recorridos quinientos metros. En ella iba el capitán Salas Gabarret, los tenientes Bárcena de Castro y Arbex Gussí y el sargento FERNÁNDEZ GORDO.
Este militar escribió un texto del que ahora tomo sus datos. Un total de 29 hombres viajaban en la camioneta averiada que se trasladaron a otra con la intención de unirse al convoy que iba por delante. Fue muy complicado hacerlo pero se consiguió. Camino de Colmenar sufrieron varios tiroteos por parte de los milicianos. En uno de ellos murió un cabo. También hubo bajas entre los republicanos. En este pueblo se encontraron igualmente con los árboles en la carretera. Lograron pasar no sin dificultades pero fueron perseguidos. Eran las 9 de la mañana del 21 de julio.
En una refriega, varios de los expedicionarios sufrieron heridas. Ante la imposibilidad de continuar, el Capitán Salas ordenó abandonar la camioneta y dirigirse hacia el cerro CABEZA ILLESCAS.
Este cerro, que antaño se llamó Cabeza de Yescar, de 1124 m. de altitud, se yergue en las proximidades de Manzanares el Real y frente al embalse de Santillana.
A las 13 horas, el grupo fue rodeado por numerosos combatientes venidos en camiones desde Madrid. Quedó diezmado y los supervivientes se entregaron agotadas sus municiones.
No habiendo espacio para más, diré que LA PRIMA CARMEN Carrascosa Barrón nació en 1912. Fue uno de los ocho hijos que Mª del Carmen Barrón Velasco tuvo con se esposo Juan Carrascosa Revetllat, coronel y protagonista principal de esta novela que después ascendería a General. También se le declararía hijo adoptivo de Segovia. Como mi madre nació en 1905, tenía 31 años en el 36 y su prima Carmen, 24. Falleció ésta en 2003.
COLOFÓN: Hace unos años, varias personas fuimos convocadas por el entonces alcalde socialista de La Granja, Felix Montes, para materializar la idea que habíamos concebido de dedicar un monumento a Hemingway en los aledaños del Puente de la Cantina. Realizamos varias reuniones en el Ayuntamiento granjeño pero la cosa no prosperó. Colás, el hombre que siempre va conmigo, mi otro yo, me sugiere al oído, aprovechando que el Eresma Pasa por Segovia (y por el Puente de la Cantina) que no estaría mal retomar esta idea y añadir también el hecho insólito protagonizado por el CORONEL CARRASCOSA.
Sería como un hermanamiento de voluntades y coincidencias en este sugestivo epicentro.
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Son tantas las fuentes que sería prolijo citarlas. Baste decir INTERNET, El Alzamiento en Segovia por el Marqués de Lozoya, Varios particulares. Archivo Municipal de Segovia.
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